La moda slow llegó para instalarse y quien la elige busca perdurabilidad en el vestir. Versatilidad, comodidad y atemporalidad son tres adjetivos que encuadran al anti «fast fashion» y que excede la cuestión morfológica o cromática, si bien se encuentran algunas congruencias.
Blanco y negro más colores neutros son la paleta por excelencia de esta tendencia, es por eso que el índigo aparece como una bocanada de aire fresco, siendo el nuevo color a tener en cuenta y que se inserta a la perfección para el verano. Generalmente relacionado a materiales nobles (ya que es un tinte que se obtiene de la naturaleza) puede ser una buena opción para la utilización de prendas en seda, algodón o lino. Todas sus gamas combinadas entre sí es lo que se ve tanto en pasarela como en la calle.
El denim es otro textil que se alinea a esta tendencia (y que no pasa de moda) en formato de camisas oversize, blusas con hombros off the shoulder o pantcourts, siendo estas tipologías las que definitivamente no pueden faltar en el vestidor de esta temporada.
Otras de las formas de aplicar este color, es através de texturas, con prendas tie-dyed o en degradé.
Aquí algunas imágenes de la aplicación del color. Fuente: Instagram.
